domingo, 29 de mayo de 2011

VALLADOLID

PORTILLO. “Tierra de reyes y altas torres”



      Según nos contaba Carmen Martín, una vecina de este municipio vallisoletano, de tiempos pasados es el dicho popular “Portillo grande tierra de reyes y altas torres”, haciendo referencia a las torres de su castillo y los campanarios de las siete iglesias que llegó a tener, aunque actualmente sólo quedan dos. Respecto al dicho “grande tierra de reyes”, Carmen nos cuenta que se refiere a la riqueza de sus habitantes, que se dice que viven como reyes, ya que este municipio de la provincia de Valladolid, posee una trascendencia histórica relevante, pues los gremios artesanos típicos de este municipio, comenzaron a configurarse a principios del s.XIV, por lo que siempre ha sido un pueblo con una industria y riqueza importante.

    
    Portillo es un pueblo típico de la provincia de Valladolid, y he querido elegir este municipio para mi reportaje, porque a pesar de ser un municipio con un interés turístico,  productivo o artesanal relevante, aún habrá gente que no lo conoce. Mi intención es mostraros el encanto de este pequeño lugar vallisoletano, para que os convenzáis vosotros mismos, de qué no hace falta viajar a grandes ciudades ni a inmensas áreas metropolitanas para descubrir maravillas arquitectónicas o culturales, pues existen pequeños lugares donde se ocultan rincones, mitos históricos e incluso una tradición artesana que se formó hace años, como es el caso de Portillo.




       Portillo, posee un origen muy remoto, ya que se le menciona en las crónicas árabes del siglo X , en tiempos de Abderramán III con ocasión de las incursiones guerreras por tierras castellanas y leonesas.



     Si algo tenemos que destacar de Portillo, eso es su Castillo, su estructura actual aparece a principios del siglo XV como un edificio gótico circunscrito a su actual recinto interior y en manos de la familia Sandoval. Años más tarde pasa al poder de otras dos importantes y poderosas familias nobles castellanas, los Mendoza y los Pimentel, quienes reforman y amplían el castillo, siendo la última de estas familias, Condes de Benavente, quienes le dan la definitiva fisonomía que posee, realizando el recinto amurallado exterior y el foso, actualmente desaparecido, así como su célebre pozo interior de más de 30 metros de profundidad, rodeado de 120 escalones, y su torre, llamada “Torre del homenaje” y declarado Monumento Nacional, obra única en su género en toda Castilla. El Castillo estuvo en manos de esta familia hasta el siglo XIX, cuando pasó a la casa de Osuna. El último propietario conocido fue don Pío del Río Hortega, quien lo donó a la Universidad de Valladolid, actual propietaria.


         Desde lo alto del Castillo los turistas pueden divisar unas panorámicas magníficas, como son: el Cerro de San Cristóbal y parte de Valladolid, el inmenso mar de pinares con el Valle del Duero hacia el norte, y el Castillo de Iscar. Eso sí es aconsejable que los turistas visiten el municipio en fin de semana, ya que el castillo solo permanece abierto en estos días.

     El Castillo Medieval de Portillo, ha pasado a la historia más que por sus hechos de guerra por sus prisioneros, como fue  Álvaro de Luna, que tras dos meses de estancia en él, fue ajusticiado en La Plaza Mayor de Valladolid. 






Otro de los patrimonios más importantes que conserva Portillo, es parte de lo que eran sus murallas, realizadas en piedra en el siglo XIII y que todavía permiten ver una de las puertas de entrada, justo la que da a la comúnmente conocida como “la empedrada”, antigua calzada hecha en piedra, su origen no está muy claro pero si se sabe que es anterior al siglo X.



            En la actualidad, la calzada empedrada todavía se sigue utilizando, así nos lo contaba Máximo, un artesano del municipio, “es por donde suben los toros al terminar los encierros cuando se celebran las fiestas de esta localidad (del 8 al 14 de Septiembre)”.



                 

   Además, sus encierros campo a través destacan por ser los más antiguos de la comarca, aunque la fama se la lleven otras localidades como “Cuellar”, lo cierto es que los encierros de Portillo son famosos por su antigüedad, pero más por las panorámicas que ofrece la zona.

Sobre el nombre de la calzada empedrada hay varias hipótesis; la primera hace referencia a una de las cuatro puertas de acceso al pueblo que tuvo y se llamaba "Porta Augusta" y la segunda es" Nivaria" nombre de origen vaceo.                    
         
  Portillo, también cuenta con una serie de iglesias que son bastante relevantes a nivel cultural y artístico, como son: La iglesia de San Esteban; de época medieval aunque fue restaurada en el s.XVIII, la iglesia Santa María La Mayor; actual parroquia, que fue construida en el s.XVI y su valor artístico es muy importante, ya que conserva un retablo barroco y la conocida escultura de La Piedad, de la escuela Juan de Juni, también cuenta con una bóveda de crucería estrellada de estilo gótico de gran belleza.


  La última de las iglesias, La iglesia de Juan Bautista, hoy en día es un bar de la localidad. Además, podemos decir que es una de las curiosidades del municipio que más llaman la atención a los turistas. Dicha iglesia, fue construida en el siglo XVI y tiene todavía las bóvedas góticas de crucería.


  La plaza de la Villa, también conocida como La plaza de los Arcos, es un monumento muy representativo de esta localidad, y uno de los más apreciados por los turistas.

           

  Portillo resulta un pueblo agradable, en el que poder pasar varios días disfrutando de su arte, su cultura y su entorno, y donde podemos saciar nuestro apetito gracias a los buenos platos de la cocina castellana que en el municipio se elaboran. Y en cuestión de dulces, los mantecados de Portillo son la estrella. Pues desde la antigüedad, existieron talleres artesanos para la fabricación de sus famosos bollos blancos y ciegas.






                                  

  Aunque no son sólo los mantecados y ciegas los productos famosos de esta localidad, hay otros, como son: el ajo y los cacharros de barro, también elaborados de manera artesanal. Portillo, es un pueblo que conserva su tradición artesanal desde el siglo XIV, que fue entonces cuando comenzaron a forjarse estos “gremios artesanos”.      


                                                  

                                             

-          Hablamos con un artesano de la zona, para que nos haga un breve resumen de cómo se realizan estos productos, si en verdad tienen tanta aceptación, y si en realidad es una valor añadido al incentivo turístico del municipio.







           Es conveniente hacer mención a la Feria de Artesanía y el Ajo, que se celebra el último fin de semana del mes de junio, con el fin de dar a conocer la cultura, los productos de la tierra, como el ajo blanco, considerado uno de los mejores de España. 


           En esta feria, además de poder adquirir los productos típicos de Portillo, se pueden visitar exposiciones preparadas al efecto, visitar el casco histórico y disfrutar de sus actuaciones y actividades que  organiza la Asociación Feria de Portillo. El atractivo de esta localidad durante esos días es muy importante, pues acuden más de 20.000 visitantes sólo ese fin de semana.

          Otro de los atractivos turísticos de este municipio, es que Portillo está dentro de la Ruta de los Castillos, por lo que es un añadido para que el número de visitas aumente cada año.













PORTUGAL

VISITA A LISBOA

Si tuviéramos que elegir un calificativo para definir Lisboa ese sería: agradable. He elegido este destino por nuestra proximidad con España, ya que se puede decir que es un país vecino, y que muchos de los ciudadanos españoles no conocemos, pues entre nuestras preferencias como destinos internacionales están: Caribe, América, Asia…

Tenemos que darnos cuenta de que Lisboa es un destino al igual internacional, y con muchas maravillas arquitectónicas, rincones escondidos y pequeños encantos emblemáticos para que el turista pueda disfrutar de su estancia y llevarse un bonito recuerdo de su visita a la ciudad.


         Lisboa tiene unos servicios y un tamaño, que sin ser los de una ciudad inmensa, no tiene nada que envidiar a los de otras capitales europeas, ya que  goza de un clima excelente, posee una gran diversidad cultural y playas muy agradables a escasos kilómetros de distancia.



¿Por qué elegir Lisboa como destino turístico?

En este apartado no voy a entrar en detalles arquitectónicos ni históricos, mi intención es dar una idea sencilla y precisa de esta ciudad al turista, de qué zonas merece la pena ver y qué se va encontrar en cada una de ellas.

Lisboa es una ciudad con encanto, se puede decir que esta ciudad se divide en dos zonas, como si de dos ciudades diferentes se tratara: “Lisboa antigua o tradicional” y “Lisboa moderna o contemporánea”.

·          Lisboa antigua o tradicional, compuesta por su centro histórico, conforme se ha ido creando y ampliando esta ciudad, en la que el visitante encontrará un ambiente vetusto, paseando por sus pequeñas calles adoquinadas, empinadas y sus casas típicas que se comenzaron a consolidar en el siglo XIII.

·         Lisboa moderna, la que coincide con el centro económico de la ciudad. Existe una Lisboa empresarial donde se celebran diferentes congresos. En esta zona de la ciudad, el visitante encontrará rincones muy curiosos como: El Parque de las Naciones, se trata de un área viva, moderno y con grandes espacios abiertos (parque que nació con la conocida Expo 98), y algunos rincones encantadores pero  que quedan desperdigados como; La Avenida da Liberdade con su bulevar y sus tiendas de lujo, el comienzo del eje de avenidas principales que recorren la ciudad de norte a sur, entre otros lugares.


            Alberto Sanz, un turista que paseaba por las bonitas calles de Lisboa, nos contaba que eligió visitar Lisboa porque siempre había sentido curiosidad por conocer esta ciudad, ya que le habían hablado muy bien de sus gentes, de sus costumbres, y  además, él era consciente de que es una ciudad con un patrimonio cultural inmenso y quería conocerla.

         Así lo afirmaba Alberto: “quedé impresionado ante los encantos de esta ciudad: las pequeñas callejuelas adoquinadas del Barrio de Alfama, con sus casas pintorescas donde se puede callejear hasta llegar a la catedral románica, y posteriormente hasta el Castillo de San Jorge, fue una de las maravillas de esta ciudad que más me gustaron”. Tal y como nos contó este turista en su entrevista, pasear por el Barrio de Alfama “era como viajar en el tiempo”.

        
       Según nos comentó Alberto, una de las cosas que más le llamaron la atención fueron las peculiaridades que guarda Lisboa respecto a España, a pesar de su proximidad. Alberto nos contó que existe una diversidad cultural mayor que en España, y que parte de la población de esta ciudad son negritos de Cabo Verde, ya que “Cabo Verde” fue una antigua colonia de Portugal. También nos aseguró, que la gente es muy amable y hospitalaria, y que prestan  especial atención a los turistas (en mayor medida que en nuestro país). Otra de las características que despertó la atención de este turista, fue que la mayoría de la población hablaba inglés, aunque no trabajarán en ocupaciones turistas.


          Entre los lugares más representativos y emblemáticos de la ciudad de Lisboa se encuentran: La Torre de Belém, El monumento de los Descubrimientos, El puente 25 de Abril, y la Plaza del Marqués de Pombal (fue uno de los personajes más significativos de esta ciudad). Iconos de la ciudad, que según nos aseguraba Alberto no defraudan al turista ni lo dejan indiferente. Aunque lo que sí nos afirmó, es que hay otros lugares que no son tan “típicos” o no están, tan estereotipados, y tienen el mismo encanto o incluso más, como pueden ser: La plaza de Figueira o  La plaza del Comercio.

         Alberto hizo hincapié en algunas de las tradiciones portuguesas, especialmente en la “tradición taurina”, donde nos contaba una curiosidad, que le llamo de manera especial la atención. “A diferencia de España, en Portugal se celebran las típicas corridas pero sin matar al toro, con el objetivo de que el animal no sufra”.

            Para finalizar, nos aconsejaba visitar esta ciudad, para conocer toda esta información por nuestra propia mano.


Conocemos las diferentes zonas de la ciudad










La Baixa

            La Baixa es la zona principal del centro histórico, y la zona que los turistas no pueden dejar de visitar si acuden a esta ciudad. Podemos delimitarla como la zona llana encajonada entre las colinas donde se encuentran el Castillo y al Barrio Alto y que va desde la Plaza del Rossio hasta el río Tajo. Se trata de una zona de calles rectas y cuadriculadas, que fue reconstruida tras el terremoto que asoló la ciudad en 1755 y que hoy es una zona principalmente comercial, y una de las más visitadas por los turistas.

            Las plazas de Los Restauradores y Rossio marcan el límite de la zona antigua con respecto al resto de Lisboa. Desde Restauradores parte el eje de avenidas principales que recorre la ciudad de sur a norte y en el Rossio empieza la Rua Augusta, que es la calle principal de la Baixa y que finaliza con el arco que lleva a la Plaza del Comercio y al río.


Alfama, Catedral y Castillo

         Una recomendación para que el turista no se pierda por esta zona, es que siga la línea del tranvía, y siempre  dirección cuesta arriba. De esta manera, se llega hasta la catedral románica y, posteriormente, al Castillo de San Jorge, desde donde hay vistas preciosas de toda la ciudad.

          Entre el castillo y el río se encuentra el barrio de Alfama, de callejuelas pequeñas y casas pintorescas por el que se puede callejear un poco, como ya hemos citado anteriormente.

Chiado y Barrio Alto


            El Chiado es tradicionalmente, una de las zonas más elegantes de la ciudad. Ha perdido parte de su papel como zona de élite, por excelencia, pero sigue teniendo un ambiente comercial y de cafés muy agradable. Precisamente, justo al llegar a la plaza de Luis de Camoes, está el café A Brasileira, uno de los más típicos de la ciudad, junto a una estatua del poeta Fernando Pessoa. En la zona se encuentran también las ruinas del Convento do Carmo, que actualmente es museo arqueológico.
        Más allá de la plaza de Luis de Camoes se extiende el Barrio Alto, una zona de calles estrechas, bares y restaurantes donde la gente se divierte sobre todo durante la noche. La tradición consiste en comprar la bebida en los bares y beberla tranquilamente conversando en la calle.

Belém

         Alejados ya del centro, podemos encontrar otras zonas que merecen la pena visitar. Sin duda, Belém es la más turística de ellas. Allí se encuentran, junto al río y en apenas pocos metros, tres de los monumentos más representativos de la ciudad: la Torre de Belem, el Monasterio de los Jerónimos y el Monumento a los Descubridores o también conocido como “los Descubrimientos”. Para quien esté interesado en la cultura, también podrá encontrar allí el mayor centro cultural de la ciudad, el Centro Cultural de Belem.




         Uno de los secretos que guarda este barrio es su gastronomía, ya que en esta zona de la ciudad son típicos los “pasteles de Belem”, unos pequeños bollos de nata de fabricación propia y receta patentada que se venden en un local de varios cientos de metros cuadrados con el mismo nombre del producto.

Parque de las Naciones “Lisboa Moderna”

     Otro punto de interés en la ciudad, del que ya hemos hecho mención anteriormente es el Parque de las Naciones o, lo que es lo mismo, la zona que nació con la Expo 98. Se trata de una microciudad dentro de la ciudad, cuya arquitectura y urbanismo tiene muy poco que ver con el resto de Lisboa. Allí están situados el Pabellón Atlántico (para conciertos y espectáculos deportivos), la Feria Internacional de Lisboa, el Centro Comercial Vasco de Gama y el impresionante Acuario que no puede dejar de visitar ninguna persona que tenga especial interés en los animales o en el mar.


Costa de Lisboa

     Entre las costas más preciadas de Portugal, está la costa de Lisboa. Destacan lugares como: Estoril, Cascais, Sintra… No se puede dejar de visitar estos lugares, ya que poseen un encanto especial. Estoril y Cascais son los típicos pueblecitos marineros, y Sintra es considerada una de las mejores maravillas europeas, y es conocida por la belleza del “Palacio de la Pena”. Además esta localidad ha sido fuente de inspiración para muchos artistas románticos en el siglo XIX.

Mis 8 mejores fotos de viajes

Para mí, y supongo que para todo aquel a quien le guste viajar, las fotos son elementos imprescindibles. Un viaje sin fotos es como un libro sin palabras. Las fotos son, a grandes rasgos, el viaje en sí mismo. Las experiencias personales quedan dentro de cada cual, y qué mejor manera de conservarlas y revivirlas que viendo de nuevo nuestros álbumes. Con esta entrada quiero dar a conocer mis 8 mejores fotografías de viajes. Todas ellas son propias, realizadas con cámara digital o analógica, e incluso con teléfono móvil. Cada una tiene su historia, unas más que otras, e intentaré transmitirla a todo aquel que le interese. Si alguien quiere compartir estas fotografías, o usarlas para intereses propios, ruego por favor cite este blog como la fuente de las mismas.

1. Skyline de la ciudad de Nueva York.

Lugar: Terraza del Empire State Building, Nueva York, EE. UU.
Fecha: 01/Septiembre/2010
Localización: ver con GoogleMaps


Este es probablemente uno de los símbolos más conocidos de la ciudad de Nueva York: su skyline. Tras años deseando conocer la ciudad, no pude sino sacar la cámara y el trípode, subir al Empire State Building, y tomar esta instantánea de la parte sur de la ciudad. El día estuvo despejado, y la noche respetó también, así que no me dolió demasiado pagar los 20$ que cuesta la entrada al mirador del piso 86 (más si quieres acceder a la terraza superior, en el piso 102). Tras guardar la pertinente cola, y pasar los controles de rigor, entré en el ascensor que me llevaría hasta el primer puesto de observación, más que suficiente para poder tomar esta foto, junto con otras muchas que me guardo. Puede que no sea una foto original, ni siquiera de las mejores que hay del skyline, pero siempre tiene su aquel poder tomar uno mismo una fotografía tan difundida.


2. Glaciar Perito Moreno

Lugar: Mirador del Glaciar Perito Moreno, Argentina.
Fecha: Enero de 2008.
Localización: ver con GoogleMaps 

Este impresionante glaciar está ubicado en Argentina, concretamente dentro del Parque Nacional Los Glaciares. Es uno de los glaciares más impactantes del mundo, sobre todo si tenemos en cuenta que cada cierto tiempo ofrece un espectáculo único: su bóveda se derrumba en períodos predecibles, por lo que es posible estar en el sitio y hora exactos para presenciarlo. Desgraciadamente, la última vez que esto había sucedido fue en 2006, por lo que era muy poco probable que solamente dos años después, en enero de 2008, volviese a suceder. La casualidad hizo que tan solo 6 meses despues de esta visita, la bóveda del glaciar volviera a desprenderse. Otra vez será.


3. Retrato de un niño en Myanmar

Lugar: en algún lugar en Myanmar, antigua Birmania.
Fecha: Mayo de 2010
Localización: ver con GoogleMaps

Sobra decir que lo más importante de un viaje, sobre todo si es tan largo como este, es disfrutar de las diferentes culturas que se te ofrecen, y observar y aprender todo lo que se pueda. Para mi gusto, la mejor forma de aprender es preguntar. No importa que no usemos la misma lengua que la otra persona, ni que nos de algo de vergüenza pasar por este trago. Las personas son el pilar de todas las culturas, y solo conociéndolas podremos acercarnos un poco a la realidad de cualquier país extranjero que visitemos. Con esta fotografía quise retratar una parte de esa cultura, en lo que a mi entender es una mezcla ideal entre la tradición característica de Myanmar, y la perspectiva de futuro de un niño.

4. Un alto en el Camino de Santiago

Lugar: Cerca de la Playa de la Gafa, en Porto do Son (A Coruña, Galicia).
Fecha: julio de 2007
Localización: ver con GoogleMaps

Sin duda, el Camino de Santiago es una experiencia personal única, más allá de creencias religiosas o místicas. Ofrece un espacio lleno de momentos para la reflexión, para inmiscuirse en uno mismo y disfrutar de sensaciones y paisajes que no podríamos ver en otra parte. Con esta fotografía (que podría calificar de robada, por cierto), queda patente todo eso. Unas vistas impresionantes al mar, en un atardecer de julio, dieron para unas cuantas horas de relax, descanso y reflexión, antes de proseguir el camino hasta Santiago de Compostela. Por supuesto, no todo va a ser seriedad e interiorismo. El Camino también ofrece experiencias más sociales. Es bastabte probable que nunca olvides ni la experiencia vivida ni las personas que te acompañaron en ella. Totalmente recomendado para todos aquellos que quieran unas vacaciones distintas, alejadas de ruidos, grandes discotecas, y turistas a raudales. Unas vacaciones distintas, y bastante económicas, por cierto.

5. Plaza de la Ciudad Vieja

Lugar: Plaza de la Ciudad Vieja, o Staromestské námestí, en el idioma local (Praga, República Checa).
Fecha: marzo de 2010
Localización: ver con GoogleMaps

En marzo de 2010 tuve la suerte de poder viajar a Praga como contacto entre el grupo de españoles que viajaban allí y el operador de viajes que organizaba todo desde España. Era la cuarta vez que pisaba suelo checho, y de nuevo no me defraudó. Una ciudad de ensueño, que te transporta a otra época. Un monumento en sí misma, pero si tuviéramos que destacar algo, sería esta Plaza de la Ciudad Vieja, centro emblemático de la ciudad y lugar de paso obligado hacia otras maravillas de la misma, como el Puente de Carlos, el Antiguo Ayuntamiento, la Torre de la Pólvora, etc.

6. Vista de la Estatua de la Libertad

Lugar: Bahía Superior de Nueva York (Nueva York, EE. UU).
Fecha: septiembre de 2010
Localización: ver con GoogleMaps

Nueva York da para mucho. Esta fotografía está tomada desde el ferry que permite el acceso a Staten Island desde la zona sur de Manhattan, cerca de Wall Street. Es un ferry gratuito, que además de llevarnos hasta Staten Island, pasa muy cerca de la Estatua de la Libertad, lo que me permitió sacar el móvil y disparar un par de fotos. La casualidad hizo que una gaviota pasase justo delante del barco, dando como resultado lo que yo considero una de las mejores instantáneas que he tomado, más si tengo en cuenta que fue hecha desde un teléfono móvil y un barco en movimiento.

7. Cataratas de Iguazú

Lugar: Cataratas de Iguazú, frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay.
Fecha: 2005, no recuerdo el mes exacto
Localización: ver con GoogleMaps

Maravilloso espectáculo de la naturaleza. Desde sus múltiples miradores se pueden sacar fotografías como esta, que nos hacen entender por qué en el idioma local Iguazú significa agua grande. Más de 250 saltos de agua de hasta 80 metros de altura forman este espectacular sistema de cascadas, el más caudaloso del mundo, que puede ser presenciado a menos de 50 metros gracias a todos los miradores instalados. El más espectacular es sin duda el mirador de la Garganta del Diablo, sobre la línea que divide Brasil y Argentina. Se accede a las mismas (desde el lado argentino) a través de un curioso tren ecológico, y una larga pasarela que ya fue destruida una vez (en 1992) por las inundaciones en la zona. Abstenerse miedosos. Para los más atrevidos, se organizan paseos en lancha por dentro de las cataratas. Obviamente no dispongo de fotografías, aprecio demasiado mi cámara.

8. Espantando palomas

Lugar: en algún lugar de Katmandú (Nepal).
Fecha: 2001, no recuerdo exactamente el mes
Localización: ver con GoogleMaps

Generalmente las palomas no son mi animal favorito. Son sucias, pesadas, y feas. Pero he de reconocer que en este caso me regalaron una de mis instantáneas favoritas (aparte de regalos más orgánicos y asquerosos). La plaza no era especialmente bonita, pero la presencia de niños y palomas en el mismo espacio físico siempre es una buena combinación, y no me equivoqué al sacar la cámara y disparar dos o tres instantáneas.


Y esto es todo, espero que os hayan gustado tanto como a mí. Cualquier comentario será bienvenido, es más, agradecería que votáseis por vuestra foto favorita, y si queréis mandarme alguna de las vuestras estaré encantado de recibirlas. Hasta la próxima.