Según nos contaba Carmen Martín, una vecina de este municipio vallisoletano, de tiempos pasados es el dicho popular “Portillo grande tierra de reyes y altas torres”, haciendo referencia a las torres de su castillo y los campanarios de las siete iglesias que llegó a tener, aunque actualmente sólo quedan dos. Respecto al dicho “grande tierra de reyes”, Carmen nos cuenta que se refiere a la riqueza de sus habitantes, que se dice que viven como reyes, ya que este municipio de la provincia de Valladolid, posee una trascendencia histórica relevante, pues los gremios artesanos típicos de este municipio, comenzaron a configurarse a principios del s.XIV, por lo que siempre ha sido un pueblo con una industria y riqueza importante.
Portillo es un pueblo típico de la provincia de Valladolid, y he querido elegir este municipio para mi reportaje, porque a pesar de ser un municipio con un interés turístico, productivo o artesanal relevante, aún habrá gente que no lo conoce. Mi intención es mostraros el encanto de este pequeño lugar vallisoletano, para que os convenzáis vosotros mismos, de qué no hace falta viajar a grandes ciudades ni a inmensas áreas metropolitanas para descubrir maravillas arquitectónicas o culturales, pues existen pequeños lugares donde se ocultan rincones, mitos históricos e incluso una tradición artesana que se formó hace años, como es el caso de Portillo.
Portillo, posee un origen muy remoto, ya que se le menciona en las crónicas árabes del siglo X , en tiempos de Abderramán III con ocasión de las incursiones guerreras por tierras castellanas y leonesas.
Si algo tenemos que destacar de Portillo, eso es su Castillo, su estructura actual aparece a principios del siglo XV como un edificio gótico circunscrito a su actual recinto interior y en manos de la familia Sandoval. Años más tarde pasa al poder de otras dos importantes y poderosas familias nobles castellanas, los Mendoza y los Pimentel, quienes reforman y amplían el castillo, siendo la última de estas familias, Condes de Benavente, quienes le dan la definitiva fisonomía que posee, realizando el recinto amurallado exterior y el foso, actualmente desaparecido, así como su célebre pozo interior de más de 30 metros de profundidad, rodeado de 120 escalones, y su torre, llamada “Torre del homenaje” y declarado Monumento Nacional, obra única en su género en toda Castilla. El Castillo estuvo en manos de esta familia hasta el siglo XIX, cuando pasó a la casa de Osuna. El último propietario conocido fue don Pío del Río Hortega, quien lo donó a la Universidad de Valladolid, actual propietaria.
Desde lo alto del Castillo los turistas pueden divisar unas panorámicas magníficas, como son: el Cerro de San Cristóbal y parte de Valladolid, el inmenso mar de pinares con el Valle del Duero hacia el norte, y el Castillo de Iscar. Eso sí es aconsejable que los turistas visiten el municipio en fin de semana, ya que el castillo solo permanece abierto en estos días.
El Castillo Medieval de Portillo, ha pasado a la historia más que por sus hechos de guerra por sus prisioneros, como fue Álvaro de Luna, que tras dos meses de estancia en él, fue ajusticiado en La Plaza Mayor de Valladolid.
Otro de los patrimonios más importantes que conserva Portillo, es parte de lo que eran sus murallas, realizadas en piedra en el siglo XIII y que todavía permiten ver una de las puertas de entrada, justo la que da a la comúnmente conocida como “la empedrada”, antigua calzada hecha en piedra, su origen no está muy claro pero si se sabe que es anterior al siglo X.
En la actualidad, la calzada empedrada todavía se sigue utilizando, así nos lo contaba Máximo, un artesano del municipio, “es por donde suben los toros al terminar los encierros cuando se celebran las fiestas de esta localidad (del 8 al 14 de Septiembre)”.
Además, sus encierros campo a través destacan por ser los más antiguos de la comarca, aunque la fama se la lleven otras localidades como “Cuellar”, lo cierto es que los encierros de Portillo son famosos por su antigüedad, pero más por las panorámicas que ofrece la zona.
Sobre el nombre de la calzada empedrada hay varias hipótesis; la primera hace referencia a una de las cuatro puertas de acceso al pueblo que tuvo y se llamaba "Porta Augusta" y la segunda es" Nivaria" nombre de origen vaceo.
Portillo, también cuenta con una serie de iglesias que son bastante relevantes a nivel cultural y artístico, como son: La iglesia de San Esteban; de época medieval aunque fue restaurada en el s.XVIII, la iglesia Santa María La Mayor; actual parroquia, que fue construida en el s.XVI y su valor artístico es muy importante, ya que conserva un retablo barroco y la conocida escultura de La Piedad, de la escuela Juan de Juni, también cuenta con una bóveda de crucería estrellada de estilo gótico de gran belleza.
La última de las iglesias, La iglesia de Juan Bautista, hoy en día es un bar de la localidad. Además, podemos decir que es una de las curiosidades del municipio que más llaman la atención a los turistas. Dicha iglesia, fue construida en el siglo XVI y tiene todavía las bóvedas góticas de crucería.
La plaza de la Villa, también conocida como La plaza de los Arcos, es un monumento muy representativo de esta localidad, y uno de los más apreciados por los turistas.
Portillo resulta un pueblo agradable, en el que poder pasar varios días disfrutando de su arte, su cultura y su entorno, y donde podemos saciar nuestro apetito gracias a los buenos platos de la cocina castellana que en el municipio se elaboran. Y en cuestión de dulces, los mantecados de Portillo son la estrella. Pues desde la antigüedad, existieron talleres artesanos para la fabricación de sus famosos bollos blancos y ciegas.
Aunque no son sólo los mantecados y ciegas los productos famosos de esta localidad, hay otros, como son: el ajo y los cacharros de barro, también elaborados de manera artesanal. Portillo, es un pueblo que conserva su tradición artesanal desde el siglo XIV, que fue entonces cuando comenzaron a forjarse estos “gremios artesanos”.

- Hablamos con un artesano de la zona, para que nos haga un breve resumen de cómo se realizan estos productos, si en verdad tienen tanta aceptación, y si en realidad es una valor añadido al incentivo turístico del municipio.
Es conveniente hacer mención a la Feria de Artesanía y el Ajo, que se celebra el último fin de semana del mes de junio, con el fin de dar a conocer la cultura, los productos de la tierra, como el ajo blanco, considerado uno de los mejores de España.
En esta feria, además de poder adquirir los productos típicos de Portillo, se pueden visitar exposiciones preparadas al efecto, visitar el casco histórico y disfrutar de sus actuaciones y actividades que organiza la Asociación Feria de Portillo. El atractivo de esta localidad durante esos días es muy importante, pues acuden más de 20.000 visitantes sólo ese fin de semana.
Otro de los atractivos turísticos de este municipio, es que Portillo está dentro de la Ruta de los Castillos, por lo que es un añadido para que el número de visitas aumente cada año.