Wikipedia define una aerolínea de bajo coste o low-cost como una aerolínea que ofrece bajas tarifas a cambio de eliminar servicios secundarios para los pasajeros. Las más importantes, a nivel de España, son Ryanair y EasyJet. Es indudable que estas aerolíneas puede ser de utilidad a la hora de ajustar presupuesto para un viaje, pero conviene hacer un estudio más específico de las mismas para no caer en ciertos errores.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que nadie da duros a cuatro pesetas. Las aerolíoneas low cost son empresas. Y como tales, siempre van a tender a maximizar sus beneficios. Los vuelos son baratos, sí, pero a cambio se renuncian a una serie de "lujos" que otras aerolíneas proporcionan en sus trayectos. No esperes grandes comodidades, ni mucho espacio, ni siquiera un vuelo tranquilo. Los vuelos en low cost son incómodos, sin asientos reclinables, sin aperitivo ni comida incluido, y probablemente no puedas encontrar (en un vuelo internacional) personal de a bordo que hable español.
En España, los aeropuertos de origen de vuelos Ryanair son Barcelona, Gerona, Granada. Gran Canaria, Ibiza, Jerez, Lanzarote, Lleida, Madrid, Murcia, Palma de Mallorca, Reus, Santander, Santiago de Compostela, Sevilla, Tenerife (sur), Valencia, Valladolid y Zaragoza.
Por su parte, Easytjet en España opera en Alicante, Almería, Asturias (Oviedo), Barcelona, Bilbao, Fuerteventura, Gran Canaria, Ibiza, Lanzarote, Madrid, Málaga, Mallorca, Menorca, Murcia, Santigo de Compostela, Sevilla, Tenerife (sur) y Valencia.
Pero no es oro todo lo que reluce. Si viajáis con más de una maleta, o se os olvida la tarjeta de embarque, o incluso si queréis tomar un tentempié a bordo, el precio se os dispara. El viaje más barato en aerolínea low cost es el que se hace con lo puesto y un bolso de mano. Nada más. Cualquier extra os disparará el precio al doble, o incluso más. Recientemente, el juzgado de lo mercantil número uno de Barcelona ha declarado ilegal el cobro de 40 euros por no imprimir la tarjeta de embarque de Ryanair en casa, y tener que hacerlo en el aeropuerto. Ryanair ya ha anunciado que recurrirá. Es sólo un ejemplo de la política de estas empresas. Pero tened claro que si sois cuidadosos y leéis todo lo que se os ofrece, no vais a tener sorpresas. Mis consejos para evitarlas pasan por poner toda la atención desde que compramos en billete hasta que embarcamos en el avión. Toda la letra pequeña, casillas que por defecto están activadas a la hora de hacer la reserva (por ejemplo, la del seguro de viaje), las dimensiones del equipaje de mano, introducir correctamente los datos, verificar antes de aceptar... En definitiva, sed cuidadosos.